Imagínate una estructura cuyas instalaciones electrónicas y energéticas estén diseñadas y programadas para que funcionen de manera automática y remota. Bueno, esto ya es una realidad con los llamados Smart Buildings o edificios inteligentes.
Lo que hace de un Smart Building único ante otros edificios y estructuras son sus instalaciones; diseñadas de tal manera que estas se activen, controlen y regulen de manera automática. Logrando así que estos tengan un consumo regulado de recursos como electricidad, agua y ventilación; además de volverlos más seguros accesibles y eficientes.
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Características de un smart building
Para lograr identificar cómo es un buen Smart Building tenemos que saber cómo funciona y qué características tiene. Estas se pueden encontrar en el funcionamiento y en la misma estructura que posea el edificio. Como tales, podemos exponer las siguientes características:
- Son edificios ahorradores en recursos y bienes. Su sistema y su funcionamiento están diseñados de tal manera que no tengan mucho consumo de electricidad ni agua. Suministrando de manera controlada sus bienes a todos sus inquilinos, haciendo que no se gaste más de lo debido.
- Tienen su sistema de control autónomo integrado, haciendo que este sea parte de la estructura misma. Programado para que funcione de manera automática, logrando que su funcionamiento y administración sean más eficaces.
- Son amoldables a las necesidades principales de sus inquilinos. Esto logra que sus habitantes y operadores tengan la mayor comodidad y confort, haciendo que su estadía en el sea duradera.
- Son de los edificios con mayor seguridad que se puedan encontrar. Estos poseen un sistema de seguridad innovador, haciendo que los inquilinos y los operadores del edificio se sientan seguros viviendo en él.
Objetivos de un smart building
Un Smart Building puede tener como fin varios objetivos principales. Estos pueden ir cambiando conforme al tipo de fin que quieran conseguir. Podríamos clasificar los objetivos de un edificio inteligente de la siguiente manera: objetivos tecnológicos, objetivos arquitectónicos, objetivos económicos y objetivos ambientales.
Objetivos tecnológicos
Estos objetivos se dan con el fin de que la estructura en general del edificio sea moderna, haciendo que este sea autónomo y más eficiente. Entre sus principales objetivos tecnológicos están:
- Tener dispositivos avanzados de comunicación disponibles.
- Que sus instalaciones sean completamente autónomas.
- Tener integrados los servicios básicos.
Objetivos arquitectónicos
Estos tienen como objetivo principal la comodidad, confort y seguridad presente y futura de sus inquilinos. Haciendo que los usuarios se sientan satisfechos y seguros al vivir allí. Entre estos objetivos se cuentan:
- Tener bien atendidas las necesidades de los habitantes, propietarios y trabajadores del edificio, tanto en el presente como a futuro.
- Que la estructura, los sistemas y los servicios se amolden a cada inquilino.
- Hacer que el edificio esté en completa funcionalidad.
- Obtener y mantener la comodidad y el confort de los habitantes del edificio.
- Tener la mayor seguridad posible para todos los habitantes del edificio.
Objetivos económicos
Como fin principal tiene reducir los gastos que consuma el edificio en cuestiones de servicios y bienes sin disminuir la funcionalidad de la estructura. Entre algunos que podemos destacar están:
- Reducir los gastos excesivos en labores de mantenimiento y funcionamiento.
- Hacer que los mismos ocupantes del edificio no tengan que gastar más de la cuenta.
- Aumentar la durabilidad de la estructura misma del edificio.
Objetivos ambientales
Por este lado está el objetivo de hacer que el edificio no tenga un impacto tan fuerte en el medio ambiente. En esto podemos destacar:
- Que el edificio sea ahorrador de energía.
- Hacer que no se gaste mucha agua en el mismo.
- Hacer que no expulse ningún humo o sustancia que resulte toxica para el ambiente.